Opinión
Por
  • CARMEN TRASOBARES LÓPEZ

Tercero

El activismo demócrata promulgado por un amplio conjunto de organizaciones al otro lado del Atlántico -con múltiples carteles y gritos a favor de la destitución inmediata de su presidente- afecta directamente a su reputación.

Inclusive, a más de uno le ha dado por considerarlo -no sin razón- como un auténtico estigma social, es decir, algo propio de una persona con un comportamiento deshonroso y que llega a convertirlo de una persona normal a alguien desacreditado.

De ahí la verdaderamente impresionante resonancia mundial que ha tenido la Cámara baja estadounidense -controlada por la oposición demócrata- quien, en base a las acusaciones de abuso de poder y obstrucción al trabajo del Congreso, le ha hecho enfrentarse al controvertido líder republicano y serio aspirante a su reelección el próximo 2020, justo el miércoles pasado.

Y es que como rezan tanto el popular dicho español "no hay dos sin tres" como el de "a la tercera va la vencida", el presente juicio político es el tercero de la historia al que ha debido de enfrentarse un presidente de EE.UU.