Opinión
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  • Diario del Altoaragón

Una sentencia para una presión inaceptable

No resulta sencillo para los españoles entender las decisiones comunitarias en materia jurídica. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea, como otras instancias que se han convertido en un amparo para veleidosas intenciones nacionalistas, adoptan fallos difíciles de comprender desde el sentido común. Y así sucede que ahora expone que Oriol Junqueras debiera haber sido amparado por la inmunidad desde que fue elegido eurodiputado y que, de hecho, debiera haber tomado posesión de su escaño. Bien es cierto que esta determinación puede quedar en entredicho por una realidad sobrevenida respecto al momento en que se produjo: que la proclamación como electo tuvo lugar cuando ya había quedado visto para sentencia el juicio del procés. De ahí que la Fiscalía española haya reclamado que se comunique a la Eurocámara que el dirigente de ERC está inhabilitado.

España, como Estado de Derecho que es, ha de asumir las decisiones de otras instancias superiores, lo cual no significa que no haya de recurrir, apelar e interpelar cuando se están sustanciando cuestiones tan trascendentales para su futuro como las amenazas a su integridad territorial y a su ordenamiento constitucional. La sentencia del tribunal europeo es discutible, como todas, pero lo más inquietante es que ha suscitado una reacción en Esquerra Republicana transparente de sus intenciones. Podríamos decir que, en la euforia y en el envalentonamiento, la formación independentista ha desnudado su verdadera catadura con el órdago al candidato Sánchez y a la Abogacía del Estado so pena de no apoyar la investidura del socialista. Hay socios incómodos y poco deseables, y no existe una urgencia de tal calado como para entregarse en fauces destructivas. A pensar.

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