Opinión
Por
  • CONCHITA DEL MORAL HERRÁNZ

Y vino la luz

Estamos en tiempo de estar alegres, pues nos ha nacido el Niño Dios, tantos siglos de espera y el día veinticinco de Diciembre nos vino la Luz. Nació nuestro Salvador, con gran sencillez y humildad. El que venía a salvarnos nació en Belén en un pesebre donde habitaban las bestias un buey y una mula. Que lección de pobreza y humildad, para que nosotros aprendamos a vivir desprendidos de lujos y caprichos. Sabemos la historia; Su madre que también es madre nuestra la Virgen María, era una doncella de Nazaret.

Todos los pueblos esperaban la venida del Mesías, pues Dios lo había prometido.

María estaba desposada con José, un varón justo y aún no vivían juntos, según las costumbres judías, y un buen día ella trabajando en su casa recibió el mensaje, la sorprendió del arcángel Gabriel y le anunció que iba a ser la Madre de Jesús, el Mesías tan deseado y cuenta la tradición que María se turbó, es lógico y se comprende, pero no se opuso dijo que si y pregunto no porque desconfiara, sino para estar dispuesta a hacer lo que el Ángel le dijera y respondió "Hágase en mí según tu palabra". A nadie comunicó el secreto ni a José, se fió de Dios y pensó Él ya se lo hará saber, lección de fe y humildad. Emprendió el camino a visitar a Isabel su prima que también le dijo el Ángel que estaba en el séptimo mes, pero no para contarle sino para ayudarle porque era ya mayor.

San José se enteró también por el Ángel y se unieron como esposos según las costumbres de allí.

En éstas, el Rey mandó un edicto que todos los de la región fueran a empadronarse al lugar de su estirpe ellos como eran de David tenían que ir a Belén, la Virgen ya le tocaba tener al niño y así emprendieron el viaje en un borriquito y al no encontrar posada tuvieron que buscar cobijo, como sufriría José y la Virgen y ya hemos visto donde acamparon y felices.

Son días de alegría porque el mundo estaba a oscuras y vino la Luz, pasarlo en familia, acoger a la gente que está sola, a poner un Belén en la casa a adorar al Niño, a cantar villancicos a estar felices y hacer felices a los que nos rodean.

Pues felices fiestas y que los Reyes Magos nos sorprendan con algún regalico.