Opinión
Por
  • ÁNGEL SÁNCHEZ LÓPEZ

Triste paradoja

El sentimiento de frustración está relacionado con un profundo e inconsolable dolor emocional, consecuencia directa de no poder remediar una determinada situación o circunstancia desagradable Es el caso de la cumbre celebrada en la capital madrileña hace tan solo unos días sobre el cambio climático del planeta, en la que se ha dado la triste paradoja de que solamente hicieron acto de presencia las naciones menos contaminantes, mientras las que más emponzoñan nuestro planeta brillaron por su ausencia.

Así como la situación política actual, que tras las últimas elecciones del 10-N ha puesto al país en una tesitura harto complicada, porque sin una mayoría clara y no pareciendo existir posibilidad alguna de pacto hasta ahora para la formación de gobierno, hace respirar a la ciudadanía un sabor generalizado de verdadera impotencia.

Y es que, pese a que hasta los personajes más grandes a lo largo de la historia se han visto frustrados o impotentes en ciertos momentos, el ser humano siempre tiene que encontrar fuerzas para persistir y lograr -en consecuencia- sus objetivos.