Opinión
Por
  • CASILDA SÁNCHEZ CALDERÓN

Juguetes

Hay determinados épocas a lo largo del año, como la recientemente pasada de la Navidad y la de los SSMM Reyes Magos, en las que existe la costumbre de entregar grandes cantidades de juguetes a los niños.

Ahora bien, una gran parte de psicólogos coinciden en que -pese al bombardeo incesante de anuncios televisivos y a los numerosos catálogos de juguetes infantiles que pululan por doquier- la concesión por parte de los padres de muchos de sus deseos constituye una mala práctica, ya que lo mas interesante es darles solamente aquellos que estimulen sus áreas de desarrollo personal y social.

Además -añaden- bien sabido es que el juguete más caro no es necesariamente el que más posibilidades le ofrece al niño, sino aquel que aumenta su creatividad e imaginación y con el que más se divierte y aprende.

Y es que, por una parte, al regalarles juguetes de todas clases a todos los niños, aportamos nuestro granito de arena a favor de la igualdad en nuestra sociedad y, por otra, al obsequiarles con todo lo que piden ellos, les transmitimos -indefectiblemente- la pérdida de valor sobre los que ya tienen.