Los ministerios de Ciencia y de Universidad

No es siquiera debatible el prestigio que atesoran los ministros de Ciencia, Pedro Duque, y de Universidad, Manuel Castells. Uno y otro han sido líderes en los respectivos ámbitos, el primero en su condición de astronauta y conocedor de las disciplinas que concurren en torno a tal materia, el segundo por sus cualidades referenciales en el mundo académico y particularmente de la Sociología. Uno y otro han abierto caminos innovadores, demostrando una perspicacia que les ha adelantado a los tiempos. Otra cuestión, como es lógico, es su capacidad de gestión de las carteras que van a titular, que es un movimiento que se demuestra andando.

Ha suscitado controversia, sobre todo en el mundo universitario, la duplicación de un ministerio cuyo contenido, en principio, tiene mucho en común y de hecho las sinergias entre los dos universos, el estudiantil y el científico, se multiplican a través de la proliferación virtuosa del conocimiento y sus aplicaciones a la sociedad. Independientemente de la decisión política por parte del presidente Sánchez, Duque y Castells habrán de trabajar muy juntos y escuchando mucho a quienes han de ocuparse de hacer avanzar estos dos territorios profesionales de los que tanto depende el bienestar de los ciudadanos. No cabe pensar el perjuicio tan importante que supondría que fueran dirigidos por cauces paralelos que no se toquen, porque sería una irresponsabilidad que, dada la talla de los dos ministros, se hace impensable. Los cimientos de la innovación, en una época en la que el planeta necesita de tantas respuestas bien fundamentadas, no se conciben sin una coordinación crucial sea cual sea la fórmula, unificada o doble, que se adopte. Es trascendental.

Diario del AltoAragón