A los profesionales del Hospital Provincial de Huesca
En la vida hay momentos especialmente duros, como cuando estás viendo que una madre se va irremediablemente.
Es en esos momentos cuando el buen hacer y el trato de los profesionales de la sanidad adquieren todo su valor haciendo que el enfermo transite con tranquilidad y paz hacia la otra vida y los familiares encuentren un consuelo que hace un poco más llevadero ese duro trance.
Quedará grabada para siempre en nuestros pensamientos una sonrisa dulce y sincera que transmitía paz y comprensión y que iluminó durante unos instantes la tristeza que envolvía la habitación 102.
Desde estas líneas queremos agradecer sinceramente el trabajo y el trato del personal del Hospital Provincial de Huesca que con su profesionalidad y empatía hicieron un poco más fáciles esos duros momentos.
