Opinión
Por
  • Miguel Sánchez Trasobares

El genérico

La RAE -institución cultural más valorada en el mundo hispano- al ser solicitada en dos ocasiones por la vicepresidenta de nuestro Gobierno, ha aprobado este jueves pasado su último dictamen de modo prácticamente unánime, siendo contrario a adaptar la Constitución Española al lenguaje inclusivo.

La Docta Casa, en efecto, no ha encontrado razones para cambiar un ápice su anterior criterio y, por tanto, el texto constitucional seguirá permaneciendo "intocable", tras el meticuloso análisis y la revisión completa al que ha sido sometido durante más que un tiempo razonable,

Y es que, mientras los que "limpian, fijan y dan esplendor" a una lengua compartida y hablada por más de 400 millones de personas en todo el mundo nos brindan una nueva lección y advierten por enésima vez que el genérico no es discriminatorio, la clase política que padecemos hoy día -por el contrario- se empecina en desdoblar indiscriminadamente sustantivos hasta la saciedad (ciudadanos y ciudadanas, bien podrían servir de ejemplo), resultando tan artificiosos como innecesarios, desde el punto de vista lingüístico.