Opinión
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  • Diario del Altoaragón

Una reunión de la que emanan mensajes peligrosos

En la relativización de los conceptos a los que nos acostumbra la banalización política de estos días, surgen mensajes muy peligrosos de acontecimientos como el encuentro entre Pedro Sánchez y Quim Torra, con una escenografía falsaria creada por el provocador presidente catalán pensada más en clave internacional que nacional. No es bueno utilizar alegremente la ley a través de unas formulaciones sintácticas engañosas y ambiguas que le atribuyen una capacidad inferior a la que tiene en un Estado de Derecho que precisamente se rige por ella.

No ha sido oportuna la idea de reunirse con Torra, por más que se efectúe bajo el argumento de que hay que normalizar la interlocución entre dos instituciones, porque se vulnera el principio de la escalabilidad de las administraciones propia de cualquier país. La prudencia, que es virtud, debiera haber guiado al inquilino de Moncloa a demorar esta cita aunque se insista desde ERC en su necesidad, por cierto en un estrambote porque el propio mandatario catalán la aprovecha en clave electoral catalana frente a la propia fuerza que la ha auspiciado.

Pero es que, además, más allá de que el diálogo sea una herramienta deseable en una democracia, la pragmática dicta que prometer más inversiones y competencias a un territorio abunda en la idea de una profundización en la asimetría en el conjunto del Estado. Los presupuestos no son de goma y no se estiran -máxime cuando nos hallamos en un entorno de exigencia disciplinaria al respecto-, por lo que acrecentar el volumen de consignaciones a Cataluña repercutirá negativamente en otras regiones, además de que pone en cuestión el principio ineludible de la igualdad de oportunidades de todo ciudadano sea cual sea su residencia o su origen. Mensajes riesgosos.

Diario del AltoAragón