Opinión
Por
  • PASCUAL ASCASO

Nadie es experto en todo sino más bien en casi nada

Si como reza el titular, nadie es experto en todo sino más bien en casi nada, para el tratamiento de algo, no nos metamos en camisa de once varas a solucionar lo que es cosa de expertos. Hablando de la educación de los hijos, que es a donde quiero llegar, los padres deben ser colaboradores necesarios e imprescindibles en el desarrollo integral de la vida de sus hijos y trabajar, codo con codo, con los docentes que son quienes llevan a cabo el desarrollo de las directrices programáticas diseñadas por los expertos en educación, mediante su programación. Es así como se puede conseguir la mejor formación académica y conductual de los alumnos.

Debe ser el gobierno del Estado quien proporcione las mejores condiciones formativas, para que en libertad puedan desarrollar sus aptitudes y actitudes los ciudadanos, en aquello en lo que libremente quieran orientar y desarrollar en su vida.

Para todo esto debe servir el necesario pacto de Estado de educación, que no sé si algún día llegará, evitando que nadie tenga la tentación de ir por libre recomendando lo que le plazca según el ideario político en el que se mueva. El tema educativo no es un tema partidista sino de Estado y solo un pacto como tal puede darnos la solución más idónea. Mientras que éste no llegue, irán apareciendo ocurrencias que no conducen a ninguna parte, salvo a la confusión. No tiene sentido el tratar de querer hacerse cada uno su proyecto educativo, sino de que entre todos pactemos el mejor posible para todos.

¿Recuerdan cuánto se hablaba en campaña electoral de la necesidad de los pactos de Estado Pues ya estamos viendo que ahora parece que los consideran innecesarios; lo que da pie para que cada uno intente ir por libre y tratando de actuar como le plazca. Una vez más se pone de manifiesto, que en política el que esté libre de mentir que tire la primera piedra.

Dejemos trabajar a los expertos en educación, que los hay muchos y excepcionales, y con esas bases hagamos el mejor pacto posible porque lo necesitamos. Todo lo demás no conduce a ninguna parte. Con un buen pacto de Estado para la educación, los excelentes docentes que tenemos por su preparación y vocación y la colaboración imprescindible de los padres, podremos llegar muy lejos en la consecución de las aspiraciones en libertad de los educandos. Sin ello el caos y el desbarajuste. Para las cosas serias las ocurrencias no sirven.

Solo con buenos mimbres y un buen artesano se puede hacer un buen cesto.