Acertar en la ruleta de las incertidumbres

Tiene razón el presidente Sánchez cuando se muestra tan cauto en el análisis de la situación. Sus primeras comparecencias, más allá de los datos de perogrullo sobre los ahorros en consumos o en movilidad, arrojaron no pocas predicciones que la durísima realidad se ha encargado de derribar, incluidas las previsiones estadísticas sobre la evolución que quedaron superadas desde el origen. La prudencia y la humildad son consejeras que escuchan las mentes curiosas, las abiertas al conocimiento y a la posterior acción. En las conferencias con sus homólogos autonómicos, Sánchez ha recogido algunas aportaciones del sentido común y de la observación del terreno, algunas de ellas del presidente Lambán en un coro con otros presidentes no necesariamente del mismo partido. Ahí están el cierre de las fronteras, el endurecimiento de las medidas de confinamiento para trabajadores con movilidad o la apertura para temporeros en el campo, a las que se suma la aspiración de grandes planes económicos y políticos.

En la mayor cautela del presidente -no en la duración de los discursos, que siguen resultando plúmbeos-, se apreciaba ayer sin embargo una inquietud que se extiende de manera prácticamente universal. La reactivación de las empresas -salvo aquellas que se han visto obligadas a adoptar fórmulas de regulación- desde hoy es el lanzamiento de una ruleta de incertidumbres, que las estadísticas se encargarán de ratificar si caen en la neutralidad cromática -sin efecto negativo- o, por el contrario, demandan un retorno a la mayor rigidez en las restricciones. Las dudas caminan paralelamente a los titubeos en las recomendaciones de protección y en la insuficiencia de los materiales. Por el bien de todos, distancia y prevención son el camino. La salud es lo primero.

Diario del AltoAragón