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  • Diario del Altoaragón

PIB, comprender mejor para temer menos

Nada en la vida debe temerse, solo debe ser entendida. Ahora es el momento de comprender más, para que podamos temer menos". Marie Curie expresaba la dualidad imprescindible de la constancia y la confianza para afrontar la realidad, por supuesto sin escabullirse inútilmente de ella. Precisamos, en este 2020 complejo, respuestas, si no científicas, sí al menos con verosimilitud, con certezas incorporadas, porque ponerse una venda y ponerla a los demás no contribuye sino a la frustración. E ir a remolque de las circunstancias acarrea prisas y malos resultados. Ayer conocimos el Producto Interior Bruto del primer trimestre, descalabrado en 5,2 puntos, un ritmo sólo experimentado previamente en situaciones bélicas o catastróficas. Quince días de confinamiento y paralización han masacrado la producción, la productividad, la inversión y el consumo. Las empresas y las familias. Tan sólo las administraciones públicas sostienen porcentajes modestos de crecimiento. Y el trimestre ya en curso garantiza que la economía se despeñará más y, con ella, la sociedad sufrirá las penurias y aflorará más pobreza. No es espacio en el que tirar de consignas y lemas, porque solo la riqueza se puede repartir, nunca las miserias.

Hoy se precisa mucho valor y mucha honradez intelectual para entender la dimensión del problema, reconocer el punto de partida y asumir que las soluciones sanitarias han de ser compatibles con la promoción de la actividad. Y, en 2020, obliga a los gobiernos a sentarse con quienes la impulsan, con los generadores de empleo, a escucharles activamente y a admitir que ellos son los más preparados para revertir, conscientes de que tardará, la tendencia de este desplome. El refranero español es rotundo: sabe más el loco en la casa propia que el cuerdo en la ajena.