Opinión
Por
  • LINA,JAVIER Y ANA SALVATIERRA

La inyección de vida del DJ Satu

De repente, el mundo se nos hizo pequeño. Se nos quedó aquel 15 de marzo en lo que alcanzaba la vista desde nuestras casas, en la televisión o en el teléfono para hablar con nuestros seres queridos. Los días eran oscuros, como si todo acompañara al carrusel de muerte, dolor y preocupación que inundó España y todo el planeta.

Sabemos que ha habido otros disc jockeys, ahora llamados DJ, que han amenizado la ciudad de Huesca y toda la provincia. Y todos son admirables porque nos han metido cada día, tras el aplauso de las 8 de la tarde, chutes de música y, con ella, de alegría. El sonido de las sirenas nos interrumpía y derramábamos alguna lágrima recordando a todos esos héroes, al ritmo de "Resistiré", del Dance de Espadas de San Lorenzo y de Os Mainates.

En nuestro pequeño mundo de Los Olivos, Teruel, Doña Sancha, Arco Iris y Alfonso II, durante 50 días elevó nuestros corazones y nuestras palmas, con el baile convertido en catarsis y las letras de las canciones en plegarias, un jovencito que responde artísticamente al nombre de DJ Satu. Marcos se despidió el domingo, cincuentena cumplida, y a todos nos invadió una sensación de agradecimiento. Sin Satué, la reclusión en nuestros domicilios hubiera resultado mucho más triste. Hubiéramos mascullado nuestras penas entre cuatro paredes, y los balcones no hubieran sido esa atalaya desde la que proclamar nuestras ansias de libertad, de normalidad, de abrazos. Hemos aplaudido hasta rompernos las manos, hemos celebrado cumpleaños y aniversarios, hemos gozado en nuestra Feria de Abril particular. Incluso hemos pedido nuestros temas favoritos en el wasap que, más que grupal, ha sido familiar.

El domingo, le ovacionamos como se hace a quien ha completado una gran obra de arte, que no otra consideración ha de tener edificar la convivencia, mientras la emoción ya volaba mezclada con el virus imprescindible de la gratitud y sonaban la voz y las notas de otra vecina, Rebeca Ferruz, y su interpretación de la icónica canción de Lucía Gil "Volveremos a brindar". DJ Satu, eres joven pero un tipo grande. Gracias por tanto y te ofrecemos nuestro abrazo más entrañable.