Opinión
Por
  • RAMÓN GARCÍA ESPUÉNDOLAS

Alivio

¿Es posible el alivio cuando estamos ya en los 27.000 muertos y un número indeterminado de contagiados? En el mundo del relativismo y la frivolidad de estos tiempos, sí, sin duda. Exactamente igual que se relativiza la responsabilidad del gobierno y de la oposición, de los agentes económicos y de los sociales, sin tener en cuenta quién debe asumir los aciertos y errores en las medidas que dirigen al país y quiénes han de estar tutelantes, y por otro lado quiénes son los que crean puestos de trabajo y quiénes representan la defensa de los intereses de los trabajadores. Cuando colocamos con perspectiva, esas cifras son una barbaridad, la constatación de un estruendoso fracaso colectivo que sólo la propaganda quiere aplacar.

En realidad, el alivio sería que cada uno tuviera presente su papel en nuestro tablero nacional, que respetara el del resto y que percibiera que al rival, que no es enemigo, hay que aprovecharlo porque con total seguridad tiene un porcentaje equis de certezas y de capacidades frente a nuestras limitaciones. Los ciudadanos, que debemos leer mucho más y ser más exigentes, agradeceremos sin duda aquel día en que todos, al levantar la vista, veamos lealtad hacia el pueblo entendido no en el sentido ideológico del término, sino en el real, en el de una comunidad en la que confluyen intereses y anhelos de derechos y libertades.