Opinión
Por
  • VENANCIO RODRÍGUEZ SANZ

Una anécdota más en nuestro diario

Bajar los brazos es desfallecer y no hay tiempo para amilanarse.No te puedes parar en el camio y encogerte de hombros en un rincón para lamentarte. No existe otro plato que el tienes encima de la mesa, te lo has de comer, esto es lo que hay. Así que respira hondo, coge fuerzas y continúa tirando de tu vida como si nada hubiera pasado. Y si pudieras sonreír, te harías un favor, así que acéptalo lo antes posible. No queda otra que ser valiente, quien ha sufrido penalidades lo sabe. No te hundas, no te ahogues en una gota de agua porque la vida es larga, el camino empinado y no hay tiempo para desfallecer. Solo el dolor inmuniza contra otros dolores:quien a pasado mucho, todo le parece banal, intrascendente. Entonces, ¿para qué darse mal Hoy estamos aquí, mañana allí y pasado, Dios dirá. Así que, aunque se te haga un nudo en la garganta. Aunque las lágrimas se descuelguen por tu nariz. Aunque te parezca mentira, ya verás como llegará un día en el que miraremos atrás y recordaremos estos días con añoranza, como si fueran lo que son: una anécdota más en nuestro diario, nada más...