Tiempo de crisis

Estamos viviendo en unos momentos, que se nos ha juntado todo. Crisis económica, crisis de educación, crisis de comunicación, crisis de gobierno, crisis pandémica... Y podríamos seguir. Ha tenido que servir la pandemia, para que habláramos unos con otros, por teléfono o la forma que queramos. Al paso de los años, quien pueda contarlo, saldrán comentarios, como que en el dos mil veinte, en pleno siglo veinte y uno (tiempo de Internet, y todos enganchados a las redes) hubo un cataclismo, un apagón de luz en el mundo entero, que nos dejó tibios. No sabíamos qué hacer; el mundo se paró. Y, ¿cómo puede pararse el mundo, con tantos adelantos de la ciencia Y la ciencia, ni sabía que iba a ocurrir una cosa tan tremenda (para unos más, para otros menos). Pero si confiamos tanto en nosotros mismos, tendría que haber una forma, de que algo tan terrible, se fuera y no volviera más. Te deja encerrado en casa, si sales tienes que ponerte una mascarilla... Claro, cuando te encuentras seguro en el mundo, no piensas que vas a vivir una ciencia ficción, como en algunos libros, o un surrealismo que nos supera. Ahora sería el momento de educar a algunos más jovenes que no han oído hablar de eso. Elevar el nivel humano, porque parece que la naturaleza y las calles ya se asustan un poco de vernos aparecer. Por otra parte, la ignorancia, no obliga sólo a una clase social; esto ya está a la orden del día. Todo el mundo debería disponer de un mínimo bienestar material.