Opinión
Por
  • JESÚS DOMINGO MARTÍNEZ

Acorde con una forma de gobierno

Todos y cada uno de los problemas con los que ha de enfrentarse habitualmente un gobierno, hubieran servido para mostrar la realidad. La economía, Europa, la fiscalidad, el separatismo, el comercio exterior, la gestión del orden público, de la vivienda o de la precariedad laboral, el turismo, la enseñanza, las relaciones internacionales, etcétera, serían, con toda seguridad, víctimas de una gestión disolvente, capaz de emponzoñar y acabar con cualquier parcela que funcionara, aunque fuera medianamente bien. Aspectos, de la naturaleza más variada, hubieran sido reveladores de las carencias de una coalición de gobierno desastrosa, de la mentira permanente, del chantaje habitual y de un fabuloso engaño que empezó con la moción de censura y aún no ha acabado, porque cada día se produce un nuevo desaguisado, ya sea en la cuarentena de los turistas, en las rebajas de los comercios, en el recuento de los fallecidos, en las medidas de seguridad frente al coronavirus o en los ataques sectarios y miserables a cualquier político, medio de comunicación o partido que tenga visos de éxito electoral y se enfrente a la dictadura real que soportamos.

Se gobierna por decreto-ley, se retuerce la Constitución, se secuestra al Poder Legislativo, se amedrenta al Poder Judicial, se obvia el Consejo de Estado y se esteriliza al Tribunal Constitucional.

Todo, acorde con una forma de gobierno totalitario.