Opinión
Por
  • ÁNGEL SÁNCHEZ LÓPEZ

Amenazas cumplidas

El primer mandatario estadounidense ha protagonizado su última andanada el viernes pasado, al romper unilateralmente la relación que mantenía su país con la Organización Mundial de la Salud.

Ha hecho oídos sordos a la petición de la Unión Europea, que le pedía una rectificación de su drástica decisión en un momento tan crucial por el que atraviesa el planeta, y donde la cooperación global es la única vía efectiva para ganar la batalla contra la pandemia del coronavirus.

En efecto, amenazas cumplidas, ya que hace tan solo mes y medio se permitió congelar temporalmente sus fondos aportados, tras amenazarles seriamente con retirarse de la citada organización y acusarles de estar controlados por el gigante asiático.

Y es que, en este tipo de uniones supranacionales, la cooperación reforzada y las soluciones comunes son absolutamente imprescindibles, mientras, las posibles fugas de algunos de sus estados miembros debilitan sensiblemente los resultados internacionales obtenidos.

Dicho queda.