Opinión
Por
  • TEÓFILO MARCO ESTELLA

Instintos, inteligencia

Es enorme la diferenciación de la persona humana por su inteligencia, con los otros seres vivientes que actúan por los instintos, y que para ellos son maravillosos, como lo es la inteligencia para el ser humano.

Instintos: Conjunto de reacciones de tipo hereditario y sin libertad, por eso empujan al animal a realizar sus fines por la exigencia de la especie.

En un cuento se lee: "Un día unos animales le dieron la noticia al león de que, han visto un animal extraño, superior a ellos, llamado Hombre. El rey de la selva se enfureció, temiendo perder su poderío, y se lanzó a la busca de aquel que llamaban Hombre. Pronto se encontró con un ser extraño, desconocido hasta entonces en la selva, un animal que andaba sólo sobre dos pies. ¿Conoces tú a un animal que llaman Hombre Sí, lo conozco. ¿Sabrías llevarme a su guarida Juntos los dos, el león y el hombre, caminaron mucho y al término de la jornada el hombre invitó al león a pasar la noche en una cueva que hallaron en las cercanías. Y el hombre ofreció al león la primacía de paso al interior de la cueva. Apenas pasó el león, cayó en una trampa y quedó apresado. Habló el hombre: Ese animal que tú buscas soy yo, el Hombre. Soy más fuerte que tú; porque tú te mueves por tu instinto, mientras yo poseo la inteligencia y con ella te he vencido." Con la inteligencia el hombre es capaz de grandes empresas, cosas que el animal no puede porque fueron creados completos según su especie, y nada tienen que hacer de más a lo que es exigencia vital de la especie. El pajarillo hace sus nidos como lo hacía el primero que revoloteó por el Paraíso. Pero el hombre por su inteligencia transforma la materia y la modifica para su servicio y hermoseamiento de la misma creación. Los materiales inertes cobran vida y sentido en las manos del hombre, como el mármol bajo el cincel del artista o el ruido en la inspiración del compositor músico o la palabra en el ritmo del poeta.