Opinión
Por
  • ENRIC BARRULL CASALS

Monarquía honesta y transparente

Han pasado seis años desde que Felipe VI asumiera la Jefatura del Estado como Rey del Estado Español. Si no fue fácil la abdicación, tampoco lo han sido todos estos años transcurridos. Felipe VI ha asumido la Corona en tiempos política y personalmente revueltos. Como Rey ha afrontado sucesivas repeticiones electorales, moción de censura incluida, un desafío independentista en Cataluña y una coalición de Gobierno en cuyo seno no son pocos los que están dispuestos a minar el papel de la Corona, me atrevería a decir más, están intentando minar, si tanto no consiguen si procuran ignorar las múltiples actuaciones. También ha tenido que tomar decisiones graves que han afectado a la familia real. Renunciar a su herencia y retirar la asignación al Rey emérito, o revocar el Ducado de Palma, son decisiones amargas pero coherentes con el discurso que pronunció ante las Cortes hace ya seis años.