Opinión
Por
  • TEÓFILO MARCO ESTELLA

Lectura ordenada

Más de una vez hemos oído decir que, "dígame lo que lee y le diré quién será." Puede ser cosa cierta, pues, el que lee lo primero que le viene a la mano, pierde una energía y un tiempo imposible de recuperación para más perfección humana y espiritual. También puede ser cierto que, basta saber lo que alguien lee, para determinar la estatura de su espíritu. Y un libro muy aconsejable para esto es leer la Biblia. San Gregorio Magno, aconsejaba a los fieles cristianos: "Aplícate, te lo ruego, a meditar cada día las palabras de tu Creador. Aprenderás a conocer el corazón de Dios en las palabras de Dios." Leí una vez: "No lea libros buenos ¡la vida es corta! Lea solo los mejores." Pues, por la desmedida afición de su héroe, D. Quijote, a leer libros de Caballería, Cervantes escribió: "se pasaba las noches leyendo de claro en claro, y los días de turbio en turbio." ¿No leer novelas, reportajes fáciles, colaboraciones superficiales, escándalos ruidosos? No quiere decir esto que muchas lecturas hayan de ser desterradas: queda un tiempo de descanso mental, para la distracción amena. Hay novelas biográficas, históricas, humanas, descriptivas, llenas de encanto y de verdad.

El genial y famoso escritor aragonés Baltasar Gracián, dejó escrito en El Criticón: "Gran gusto el de leer, empleo de personas que, si no las halla, las hace." Así que es positivo leer con orden y los mejores libros, pues ayudarán a formar el carácter, completarán los conocimientos, y la formación religiosa; porque el ser humano es materia y espíritu, por su cuerpo y alma.