La patria verdadera

Existen debates y pensamientos que se alargan en el tiempo dando lugar a múltiples opiniones de diversa condición y que, sin embargo, parecen sólo mantenerse por el mero hecho de no vislumbrarse una solución a la ecuación que contente a todos, uno de ellos es el concepto de patria al que se han acercado centenares de filósofos y pensadores lanzando una infinitiva variedad de definiciones inconclusas.

Uno de ellos fue la del español Maura quien afirmó que la patria no existe sin el amor de sus hijos, buena definición que permite llegar a la conclusión quizá más cercana a la realidad, la verdadera patria como tal está en el abrazo de una madre y en la inmensa capacidad de generar infinitas emociones que eso provoca en sus hijos, una madre también sin el amor de sus hijos no existe o al menos no de manera completa.

Por mucho que un padre podamos amar nuestros hijos hasta el último y más recóndito de nuestra alma es imposible ni siquiera imaginar por nuestra limitada mente lo que supone ser madre con el conjunto de sensaciones que ello supone, parece presuntuoso y fuera de lugar destacar una de ellas entre todas pero yo me quedo con la valentía, esa virtud que se le acredita a mucha gente pero siempre en minúscula sin llegar a comprender el verdadero y esencial significado de la palabra.

Y es que esa valentía ya de por sí natural e inabarcable se multiplica de forma exponencial si además toca traer al mundo a parte de tu esencia y de tus entrañas en un entorno tan hostil como una pandemia, resulta muy duro leerlo pero más imaginarlo y, sin embargo, miles y miles de mujeres lo han hecho en condiciones de todo tipo y con panoramas realmente cambiantes pero todos ellos difíciles, una vez más las mujeres y madres demuestran la categoría que la naturaleza les ha reservado para preservar nuestra especie y abrazar la patria verdadera, felicidades por tantas cosas, Silviña.