Opinión
Por
  • CARMEN TRASOBARES LÓPEZ

Cuesta de septiembre

La denominada popularmente como cuesta de enero es el nombre que se da -tanto en nuestro país como en las naciones de la América latina- al comienzo de cada año, que es precisamente cuando suelen subir, por regla general, los precios, tarifas y tasas de casi todos lo productos que necesitamos.

Pues bien los incrementos del primer mes del año, que afectan directamente a la capacidad de compra de los consumidores, y que se refieren a artículos básicos ya que en cuanto al resto de bienes y servicios suelen fluctuar a lo largo del calendario, parecen haberse traslado en los últimos tiempos al mes noveno del año.

Y es que, aunque esta nueva cuesta de septiembre no haya alcanzado su notoriedad y fama -de momento- no se queda para nada atrás en cuanto a sacar "mosca" del bolsillo del consumidor, dado que -entre otros- aparecen en escena los gastos habituales del verano, recibos de guarderías y colegios, compras de ropas y uniformes, actividades complementarias para niños, e inversión en ocio.