Opinión
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  • Diario del Altoaragón

Premio Empresa, espejos estimulantes

El Premio Empresa Huesca celebró ayer su decimoquinta edición con siete candidatos en los que concurren tantos méritos que todos responden a la filosofía troncal con la que se engendró esta iniciativa en 2006. El objetivo de Ceos-Cepyme e IAF, al que se sumó posteriormente la Cámara de Comercio, era ofrecer no sólo al tejido productivo, sino a toda la comunidad, espejos en los que mirarse bajo la firme convicción de que la creación de empleo y de riqueza representa un bien social de primer orden. Pocos conceptos como éste definen tan apropiadamente el estado de desarrollo de un país, una región o una localidad, ya que su repercusión no se circunscribe a los aspectos económicos, sino que redunda en un verdadero riego a manta en la cultura, las organizaciones del Tercer Sector o el deporte. Y es que los buenos empresarios están en vanguardia en materia de responsabilidad, como ayer quedó acreditado con la conferencia sobre Cruz Roja de Carlos Bistuer.

La elección del Planetario para albergar la ceremonia de entrega de los galardones constituye una fehaciente muestra de otra de las fortalezas de los empresarios: la capacidad de adaptación a las circunstancias, en este caso las sanitarias, para obtener la oportunidad de un espacio en el que no existen límites a la observación, la curiosidad y el saber. Son todas ellas características de una profesión y una vocación, la de emprender, que se proyecta generosamente hacia el conjunto de la ciudadanía para edificar un estado de bienestar del que todos nos beneficiamos. Y ese espíritu, presente en 2006 y en 2020, nos permite valorar la trascendencia de reconocer y respaldar el papel de los empresarios. Esenciales.