Opinión
Por
  • JOSÉ MAIRAL HERREROS

¡Esto no es un juego!

Querría ser positivo, pero no me da para ello. Ciertamente muchos se lo tomaron como una especie de juego maligno o de escape-room. El tiempo, más de medio año ya nos ha quitado a todos esa idea o sensación de la cabeza y ha puesto a cada uno en su sitio. Luego ha venido la vuelta al cole o el inicio universitario improvisado con un margen de dificultad elevado, con un confinamiento de aulas y sin unas instrucciones serias y claras, por lo que el profesorado ha tenido, una vez más, que aplicarse el cuento y hacer lo que pueda.

¡Esto no es un juego! Ahora resulta que para poder hacer los presupuestos y aprobarlos, el gobierno debe agradar y hacer gestos, decisiones y condiciones con partidos independentistas o de pasado terrorista. Atendemos a sesiones en el parlamento, ¿ejemplo de diálogo?, que producirían sonrojo y vergüenza a más de un ciudadano de la calle en cualquier reunión del tipo que sea. Se pretende modificar la ley, donde dije dicho, digo Diego, para poder conseguir indultos y libertad a unos personajes culpables de sedición contra el resto el país, algo que ya estaba cantado después de la sentencia. Se ataca al poder judicial como si los jueces fueran dioses y hubiera que eliminarlos por sus decisiones. Se margina al Rey actual para visitar parte de su territorio dentro de un país de democracia parlamentaria y monárquica. Nos asustamos de la madrinofobia como si de un monopoly se tratase.

¡Esto no es un juego! Es la realidad cruda y dura de estar ante una situación donde la agresividad y la violencia se están sumando a los pronósticos y resultados de la pandemia. O nos lo tomamos en serio todos, sin macrobotellones, sin descalificarse unos a otros para ganar votos después, sin reuniones sociales, sin "no fiestas", etcétera, o esto va a ser mucho más serio. Queremos más medios para sanitarios, profesores y fuerzas de seguridad, ¿Donde he oído yo eso antes?, pero en serio y de verdad, no proclamándolos y haciéndose la foto esos políticos como si de un selfie se tratara. Y luego nuestros padres y abuelos encima sin vacaciones en el otoño. Es decir, claramente, las cosas sin hacer bien.

¡Esto no es un juego! Aquí nadie gana, bueno eso habría que verlo de manera tranquila, y todos podemos perder.