Opinión
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  • Diario del Altoaragón

Por las víctimas de tráfico

Recuerda, apoya y actúa fue el lema del Día Mundial en Memoria de las Víctimas de Tráfico que se conmemoró ayer, justo un cuarto de siglo después de que se instituyera por organizaciones europeas y quince tras la incorporación a la enumeración de celebraciones de estas características de Naciones Unidas. Es cierto que se ha producido una saturación de jornadas marcadas monográficamente para ensalzar distintas causas, y que algunas son tan de carácter menor que se puede incurrir en el riesgo de restar prestancia y merecimiento a las que en verdad lo demandan.

Sin embargo, la accidentalidad en las carreteras representa un problema de orden mayor en todo el mundo, y también en España aunque las estadísticas siniestras de los últimos años han reducido el grosor de sus guarismos por las acertadas medidas de prevención de los sucesivos gobiernos desde la puesta en marcha del sistema de puntos y otras medidas a cargo de quien ahora es todavía director general de Tráfico, Pere Navarro. En este año, la pandemia ha motivado unas importantes restricciones en la movilidad que ha inducido una disminución de la accidentalidad y de la gravedad de los sucesos, y a la vez se ha producido una reforma legislativa para reducir la velocidad en las vías urbanas con el objetivo de proteger a los ciudadanos más vulnerables.

En la actualidad, el hecho de que el progreso cuantitativo haya sido favorable nos permite centrar una jornada como la de ayer en el recuerdo a las personas víctimas de accidentes de tráfico y en el apoyo a las que han sobrevivido pero arrastran secuelas. La sensibilización es tan importante como la mejora de la ingeniería de los automóviles y de la conservación de las carreteras, porque, al final, el factor humano determina la evolución.