Opinión
Por
  • MAR RAMOS NAVARRO

Imperios comerciales

No hay que ser futurólogo o adivino, ni tener sobre la mesa una bola de cristal, para constatar que tanto las pequeñas como las medianas empresas que funcionan a nuestro alrededor, tienen que efectuar una oportuna y urgente adaptación a la actualidad para poder subsistir.

Sucede que, lo que hasta hace solamente unos pocos años atrás lo más común del mundo como la compra de un producto determinado, era acercarse a la tienda donde se vendían, situada en la misma esquina de nuestra calle, lo que realmente prevalece ahora es hacerlo a través del comercio electrónico.

Porque, cada vez se venden más productos y servicios hoy día por medio de los principales canales de compra en detrimento de los tenderos, que se ven obligados a echar la persiana de sus negocios, muchos de ellos centenarios y levantados con enorme esfuerzo y cariño por sus ancestros.

Y es que, como sucedió con el caballo del rey de los humos -por cierto, tan famoso como su dueño- que "por donde pisaba, no volvía a crecer la hierba", estos imperios comerciales, ofrecen todo tipo de opciones que van desde facilidades de compra, a la hora de pagar, rapidez de entrega¡ limpieza y menor precio a los consumidores.