Opinión
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  • Diario del Altoaragón

La protección de la salud en el medio rural

La protección y la promoción de la salud es un derecho para todas las personas y una obligación para los estados y gobiernos, como recoge la Declaración Universal. Tan rotunda es la afirmación que ayer fue el preludio al consenso institucional en el Senado por una Sanidad Pública Digna en el Medio Rural, promovida desde las plataformas de la España Vaciada a través de los senadores de Teruel Existe. El hecho de que todas las convicciones ideológicas hayan depositado su firma en el compromiso de impulsar estas prestaciones demuestra el carácter irrefutable de los cuatro puntos en que se sustenta el documento ayer acordado: el ajuste a las necesidades de una población habitualmente muy envejecida, dispersa y con una problemática estructural notable en comunicaciones y telecomunicaciones; la exigencia del refuerzo de una Atención Primaria bien financiada para la prevención y seguimiento de las diferentes patologías con una imprescindible presencialidad; la contratación de los suficientes medios humanos que puedan sentir el desarrollo de su carrera profesional en unos trabajos con los recursos materiales precisos; y la descentralización para evitar desplazamientos, con una cartera de servicios equiparables a todos los centros de salud y consultorios en todas las autonomías. Incorpora además la Declaración la potenciación de los hábitos saludables y la participación ciudadana en los Consejos de Salud.

En definitiva, materializar todas estas intenciones desembocará en el cumplimiento del espíritu constitucional de proveer a cada ciudadano, independientemente de su lugar de residencia, de las mismas oportunidades en materia tan básica como es la salud, y de paso contribuir al reequilibrio territorial que ha de ser norma fundamental de un Estado.