Opinión
Por
  • JAVIER GARCÍA ANTÓN

En lo suyo... inteligentes

En lo suyo... inteligentes
En lo suyo... inteligentes
S.E.

He coincidido con los dos. Con Manuel Castells, hará 35 años en mayo próximo, cuando Manuel Campo Vidal organizó el primer Seminario de Nuevas Tecnologías de España, en concreto en Monzón. Con Pedro Duque, en la conferencia en el Planetario de Aragón en Huesca, tras la que además compartimos mesa y mantel. He de reconocer que tanto uno como otro me fascinaron, el primero con sus entonces revolucionarias teorías sociológicas, el segundo con su apertura universal de miras.

Alguien de su entorno debió recomendarles que no se metieran en trinidades. Que su carrera había sido tan lustrosa que no merecía, ni por lo más remoto, ser sometida a la maleabilidad de la política de hogaño (otra cuestión era la de antaño), cuya vaporosidad no entiende, por otro lado, de siglas ni ideologías. Modernidad líquida a lo Bauman.

Un directivo de esta casa, cuando se hablaba de la clarividencia de los jugadores del tablero, afirmaba: "Los ajedrecistas son muy inteligentes... jugando al ajedrez".

¿Qué se le ha perdido a Castells arrastrando su reputación con sus extravagancias, defendiéndose pero alimentándose de los prejuicios y los estereotipos?

No es Pedro Duque el que conocí. No hubiera respondido al torpe lanzamiento del satélite Ingenio con el falaz argumento de que, pese a su extravío, la industria espacial española ha quedado fortalecida... con un cohete que la ha pifiado dos veces en año y medio. Contradicción, por cierto, con la responsable directa de la misión, Eva Vega, que calificó el hecho de horrible.

Unos cables mal instalados son oportunidad para la reflexión de dos genios que en lo suyo fueron magister y fracasan como minister. Cada mochuelo a su olivo.