El turismo y sus cuentas de resultados

Bajar el IVA al turismo sólo mejoraría la cuenta de resultados de las empresas. Aunque parezcan inauditas, son las declaraciones de la ministra del ramo, Reyes Maroto. Y son de ayer en un medio de comunicación nacional. Y tan irreflexiva y desmoralizante expresión se enmarca en un ejercicio en el que el sector puede perder más de 120.000 millones de euros y la nómina global se desplomará en muchos cientos de miles de personas que han pasado y pasarán hasta final de año a engrosar las listas de los servicios estatales de empleo. Esta actividad, según los guarismos oficiales, reportaba al PIB de España 148.000 millones de euros, un 12,3 % del total, y ocupaba a 2,6 millones de trabajadores, el 12,7 de nuestro mercado laboral. Nuestro país recibió en 2019 a 84 millones de visitantes extranjeros, y ahora apenas será una sexta parte. De ese conjunto, 1,7 millones se dedicaban a la hostelería, hoy capitidisminuida.

No puede ignorar la ministra, que por otro lado tiene entre sus misiones fundamentales la de defender y robustecer los gremios que de ella dependen, que esas estadísticas proceden de las cuentas de resultados de las empresas. De ellas emana la capacidad de contratar. De ellas, la posibilidad de sobrevivir. De ellas, la voluntad de los empresarios de ser responsables y comprometidos con el entorno. De ellas, la consolidación de los censos en el ámbito rural, donde esas pymes propician un arraigo casi milagroso, porque prodigioso es el reequilibrio territorial. En las cuentas de resultados de las empresas radicarán las esperanzas de recuperación de nuestra economía, una reactivación con caras y ojos: las de los empresarios que arriesgan y que aspiran a reinvertir sus beneficios en una dinámica con una enorme carga social. En nuestra provincia, 18 de cada 100 euros proceden del turismo. Y miles y miles de empleo. Delicadeza y sentido común, por favor.