Opinión
Por
  • JAVIER GARCÍA ANTÓN

Te vas pero te quedas

Te vas pero te quedas
Te vas pero te quedas
Á.H.

Cuando conocí el final de la etapa de Esteban Andrés al frente de la Asociación de Hortelanos del Alto Aragón, me merodearon los acordes de "Algo de mí" de Camilo Sesto, por aquella parte en la que proclama que "te vas, pero te quedas, porque formas parte de mí". Sinceramente, Esteban tiene derecho a adoptar la decisión, pero no a abandonar la responsabilidad que, con ingente trabajo, ha cultivado los mejores frutos no sólo en las huertas, sino en ese imaginario de quienes admiramos esos productos que no sólo nutren, sino emocionan. El Tomate Rosa y el Espárrago de Barbastro están rociados por su creatividad y su esfuerzo, que ha elevado a los cielos gastronómicos ese oro rojo seductor que inunda los mercados más selectos de España y ya de otros países.

Esteban es de Sesma, pueblo de secano, que no mira pasivamente al mío, Lodosa, con envidia por el feraz río Ebro, sino que ha sabido sacar lo mejor de debajo de las piedras. Son listos y observadores los sesmeros. Por eso nuestro personaje cayó de pie en su faceta profesional primero y asociativa después. Dice Antón Costas sabiamente que el buen líder es el que extrae lo mejor de todos y cada uno del equipo. Y Esteban ha enrolado hortelanos, jefes de fila, investigadores y prescriptores para conseguir la piedra filosofal de la autenticidad para proyectarla al mundo.

Se va, pero se queda. Con su proyecto de transformación, con la capitanía de una promoción conjunta de grandes excelencias de Aragón pendiente y colocado todo en la rampa de lanzamiento. John C. Maxwell asegura que el talento es un don pero el carácter es una elección. Esteban responde al imperativo del pensador norteamericano: "Be a rock". Y ha sido una roca de la que mana el mejor riego.