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  • Diario del Altoaragón

A Pacheta se encomienda la proeza

El relevo en el banquillo de la Sociedad Deportiva Huesca se ha realizado con absoluta naturalidad. El club tuvo palabras de encomio hacia Míchel y su cuerpo técnico, que han alzado con los azulgranas su más elevado título y han asfaltado el camino a la Primera División. El que fuera entrenador y su preparador físico han demostrado el arraigo y compromiso adquirido con la ciudad y el territorio con dos misivas cargadas de sentimiento. Dos señores profesionales enrolados para orgullo de todos en una bonita misión en la que ya no han cabido más avatares, más vicisitudes, más alegrías y más zozobras. La SAD ha llevado -como debe ser- con discreción el nombre del sustituto y, en el final de la secuencia, ha presentado lo que quería: un técnico con alto poder energizante, alegre y, lo que es más importante, capaz de asumir los valores y los desafíos de una institución que es enseña del territorio y de sus gentes. En la hoja que se abre de haberes y deberes, empezará a escribir los resultados deportivos que dirijan hacia el foco de la permanencia en la élite del fútbol español.

Este deporte constituye una actividad en la que confluyen aspectos sociales, empresariales, identitarios y, por supuesto, competitivos. Y, singularmente, es una de las facetas de una comunidad en las que contabilizan intangibles como la pasión y la ilusión, la razón de ser de un juego que se fortalece en cuanto es capaz de sembrar virtudes para la convivencia. En el balance, es determinante la influencia de las veces que el balón traspasa la línea de gol en una y en otra portería. En la atmósfera, la felicidad o la tristeza de una afición que, en la emoción y el júbilo de cada partido, halla un aliciente para llenar el arcón de sus pequeñas alegrías. Pacheta viene con la encomienda de obrar la proeza. Ya es de los nuestros. Sello FSSR.