Una elección acertada

Durante unas horas desconecto de la COVID, dimisiones, elecciones… e intento hacer orden con distintos tutoriales encontrados en Youtube. Quiero desprenderme de lo inútil e innecesario. Al final, yo soy mi propia influencer porque lo que acumulo hay que retenerlo. Lo único que acopio son dos joyas. Un tesoro que no se tira. Me empoderan. No necesito una caja fuerte para guardarlas y esconderlas de los ladrones. Siempre las luzco, ¡cómo me adornan y embellecen! Brillan tanto que perennemente deslumbro. Me dan abolengo y además tendencias sin necesidad de tecnología ni redes sociales.

Estas gemas son mi familia y mis verdaderas amistades. No hay soledad porque siempre están. No elegimos ni a los padres, ni abuelos, ni hermanos, ni cuñados, ni sobrinos, ni tíos, ni primos. Sí elegimos querernos entre nosotros. Este amor es apoyo, estímulo constante, consejera, lugar seguro y cálido en donde los errores se convierten en perdón. Cuántas vivencias íntimas se encierran en la familia. Gracias por existir. Y hay otra piedra regalada y tallada de manera primorosa que es la amistad verdadera. Llena de esplendor, significado, gozo, con quien me atrevo a ser yo misma porque nunca juzga. Gracias por el mundo al que me abrís.

Estas dos joyas las fundo. Mi familia es mi amiga del alma y mis auténticas amistades son de mi familia. Todos tenemos un corazón para sentirnos amados y en esta fusión soy la mayor magnate del planeta.