Opinión
Por
  • JAVIER GARCÍA ANTÓN

Hessel los atronaría

Hessel los atronaría
Hessel los atronaría
E.U.

Les deseo a todos, a cada uno de ustedes, que tengan su motivo de indignación. Es algo precioso". Stéphane Hessel inspiró movimientos como el 15M y su secuela política, Podemos. El francés de origen alemán arenga a la juventud en "¡Indígnese!", el libro de cabecera de Monedero e Iglesias por aquel 2011, para luchar contra la corrupción y el conformismo. "Es nuestra obligación velar por los principios y valores, porque nuestra sociedad siga siendo una sociedad de la que estemos orgullosos: y no esta sociedad de indocumentados". Los dos profesores que excitaron desde el confort de los platós televisivos a quienes dormían sobre colchonetas en Sol o en la plaza de Navarra aludían permanentemente a la falta de mérito de los gobernantes de la casta. ¡Quién sabe! Muchos nos planteamos si era cierta la arenga. Dudar irriga el conocer.

Supongo que Hessel, fallecido en 2013, reformularía algunas de sus verdades. O, si acaso, atronaría a algunos de sus apóstoles en España si apreciara la vacuidad en la que han caído sus monsergas y falaces revoluciones. Echenique hurtando de la mesa de Hacienda los impuestos por sus asistentes. Iglesias con su prosperidad galapagariana, Montero en su insana oquedad cultural. Poca meritocracia y medios de comunicación en manos de los poderosos, que ahora son ellos. Teresa Arévalo, la niñera de los Iglesias Montero, es un símbolo. Un brumoso currículo en agujero negro ayuno de titulaciones y de experiencia profesional más allá de la voluntad enchufista que otrora se atribuía -con mucha razón- al franquismo. Una infamia contra la igualdad y la oportunidad. Una metáfora. Si Cleobulina levantara la cabeza, en lugar de mesar los cabellos de los sabios griegos a los que iluminaba, la ridiculizaría con su ingenio.