Opinión
Por
  • ANTONIO LASHERAS

La verdad de nuestros días

Vivimos en un mundo global y en sociedades con ideologías diferentes, con noticias malas o muy malas. Las tragedias, los desastres naturales, las muertes por violencia, las pandemias y miles de accidentes de todo tipo, nos albergan un panorama oscuro por no decir desolador. Hay un refrán muy antiguo que dice: "El que no llega a la gotera, tiene que llegar a la casa entera".

Los problemas de España son problemas de grandes dimensiones. El 20 % de parados, ¡pero cobrando!, es una sangría demasiado grande para taponarla con una tirita. Cientos de empresas con falta de tesorería y sin proyectos para reactivarlas a corto plazo. Un funcionariado desproporcionado, para controlar a una masa social improductiva, envejecida, agotada y asustada por los acontecimientos. Una disparidad de opiniones y pensamientos entre generaciones. Una pérdida de valores que se adentran en caminos inmorales, indecorosos y en ocasiones impúdicos. Una ruptura de las familias que dejan a unos hijos desorientados, confundidos y turbados. Unos políticos adictos a sus intereses, dejando a los ciudadanos a su libre albedrío.

Pero la verdad, se puede tapar, se puede disimular y desfigurar, pero no se puede matar, la verdad mas tarde o más temprano florecerá con la máxima fuerza para decirnos a todos los españoles. Habéis transitado caminos erróneos y estos son los frutos conseguidos, frutos que han servido para empobrecer un país y dividirlo. ¡Rectificar a tiempo es de sabios y de personas humildes!