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  • Diario del Altoaragón

Premios Félix de Azara, se vive como se come

Irene Gracia Slow Food
Irene Gracia, en su discurso tras recoger el Premio Félix de Azara
S.E.

A LAS VIRTUDES que, como polígrafo, cosechó Félix de Azara (militar, antropólogo, ingeniero, cartógrafo, naturalista), hoy con absoluta seguridad hubiera sumado en la última de las facetas reseñadas la gastronómica, una derivada de sus conocimientos biológicos y de las propiedades de cuanto de la naturaleza emana. Una de las brechas más importantes en la actualidad es la nutricia, y no sólo entre áreas geográficas sino también en otras divisiones como la generacional o la cultural. Podemos afirmar sin temor a equivocarnos que se vive como se come y se come como se vive. Por esto están apareciendo movimientos de alimentación saludable que infortunadamente no acertamos a identificar con palabras de nuestro lenguaje, lo cual no empece para su virtud. Hoy se habla de lo healthy (salutífero), de las craft beer (cervezas artesanas), del foodie (experto en recetas), “ugly food” (frente al desperdicio)... Y hace años llegó para quedarse la expresión “slow food”, el movimiento que reivindicó que nos detuviéramos en nuestros vertiginosos usos para paladear una comida basada en la autenticidad, la proximidad y el placer. Convertir la mesa en el escenario en el que establecer, lentamente, una comunicación real con nuestros compañeros, prestando atención a las materias primas, a las elaboraciones y a los valores sociales de la gastronomía.

Nuestra provincia es extraordinariamente idónea para esta práctica y de ahí que el alumbramiento de “Slow Food Huesca” despertó una gran expectación y se ha consolidado. Tiene un punto pedagógico importante, de profundidad, de verdad. Y, eminentemente, de sostenibilidad. Sólo un uso adecuado y responsable de un recurso como es el alimenticio se puede preservar el medio ambiente. Es el Premio Félix de Azara de la DPH 2021.