Opinión
Por
  • Javier García Antón

¡Pobres jóvenes!

juventud Cuatro esquinas Huesca Porches de Galicia
Jóvenes en las Cuatro Esquinas de Huesca
Pablo Segura

RITA PIEDRAFITA, la barbastrense que es el paradigma de libertad para elegir la identidad lectora a pesar de que su profesión para nada le obliga a tomar las riendas de los libros para navegar por el universo, daba réplica en un tuit a la aseveración generalizadora de que los jóvenes no piensan en los demás. A la pregunta retórica de si los demás piensan en la gente joven, respuesta rotunda y mayúscula: NO. Yo hubiera añadido los signos de exclamación, pero es que lo mío es una cruzada me temo que perdida por la supervivencia de los entrantes de admiración e interrogación,

En un wasap grupal, Miguel Ángel Otín aportaba unos gráficos que ratifican la percepción de Rita, tan buena vista tiene como óptica que es. La tasa de paro juvenil en España es del 40,7%, 5 puntos más que Grecia, 11 que Italia y 18 que Portugal o Francia. Más del doble de la media europea.

Esta estadística es dramática, porque condenamos a generaciones enteras por nuestra incapacidad para planificar y para evangelizar sobre la importancia de la cultura, del humanismo de las disciplinas STEM, de estudiar, de enseñar valores como la formación permanente, de leer, de leer, ...

No somos peripatéticos, aunque todos hayamos visto la maravillosa serie Merlí. Quizás nos hayamos quedado con el desenfreno de Pol o de Berta. Vemos sólo la punta del iceberg, pero no lo que subyace bajo las aguas. No queremos plantearnos preguntas, nos incomodan las respuestas no deseadas. El flujo natural es buscar la causa para atacarla, por ejemplo ese 16 % de abandono educativo temprano en España, 14 en Aragón. Y un sistema no sólo mejorable, sino al que hay que voltear. Y, como no hay pregunta inversa, toda nuestra oración vital es por pasiva. ¡Pobres!