Opinión
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  • Diario del Altoaragón

Harineras y la vivienda en Huesca

José Porta Monedero Harineras
José Porta, en la presentación de los planes para Harineras.
Pablo Segura

EL POLÍGONO de Harineras abre un periodo de oportunidades en el sector de la vivienda en la ciudad de Huesca, tanto en el aspecto empresarial de la construcción como en la oferta que debiera desatascar muchas de las opciones que la capital haya podido perder por la escasez en sus distintas variedades. Mil trescientos pisos en el centro de una urbe es prácticamente inaudito en la España de hoy, y debiera constituir un aliciente no sólo para sellar la actividad específica en los años venideros, sino también para colocar en el escaparate un espacio idóneo para albergar a profesionales cualificados de ámbitos en los que Huesca se ha quedado a medias en su avance en los últimos lustros, tales como el conocimiento, la innovación y la ingeniería, cuyos perfiles demandan una calidad en la edificación y también en el entorno para desplegar una calidad de vida que, sin dudarlo, puede aportar un territorio con tal acumulación de atractivos.

No es casual que en el último Barómetro Oscense de la Plataforma Huesca Suena, la sociedad civil de la capital votara la vivienda como uno de los problemas más importantes para apuntalar el presente y atisbar un futuro esperanzador en la ciudad. No se trata de una cuestión de mero consumo, sino que una ciudad que aspire a ser competitiva ha de planificar con criterio la manera de atraer recursos humanos por la accesibilidad y la habitabilidad. No tener resuelto este asunto capital resta posibilidades de retención del talento y de incorporación de inversiones exógenas con las que auspiciar un ecosistema dinámico, emprendedor. Harineras constituye un punto de inflexión, pero el Ayuntamiento debiera, además, estudiar con detenimiento y determinación la disponibilidad de suelo en la periferia para incorporar un catálogo global digno de una capital con aspiraciones.