Opinión
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  • Diario del Altoaragón

El valor de los bosques

Ordesa
Ordesa
D.A.

EL DÍA MUNDIAL de los Bosques nos sitúa ante uno de los grandes retos que encara la humanidad. Lo han puesto de manifiesto algunos adolescentes audaces como Felix Finkbeiner, fundador de Plants-for-the-planet, que ha abierto el camino a muchos jóvenes absolutamente admirables porque acompañan su voluntad y su empuje con una formación muy sólida, con lo que la ciencia acaba caminando de la mano del ecologismo. Como ha sido tradicionalmente y más allá de cuestiones meramente ideológicas, doctrinarias. El planeta tiene que respirar a través de la aportación de su foresta y aquellos territorios, como el altoaragonés, que son prolijos en el manto verde (la provincia de Huesca tiene el mayor número de árboles de toda España), han de establecer las fórmulas de gestión imprescindible para que el ser humano se beneficie económicamente de una manera sostenible, fructífera también para el hábitat.

En la vida de los bosques, se ha sustanciado una buena parte de la evolución de las civilizaciones. No sólo son foco de leyendas y de bonitas historias, sino que son materia para plasmar los relatos de la vida de la humanidad, orgullosa como lo estamos en nuestra tierra por la reciente proclamación de la Carrasca Milenaria de Lecina como Árbol Europeo del Año 2021. Independientemente de que las masas forestales nos acompañen en momentos emblemáticos de nuestra existencia, estos ecosistemas han de ser objeto de estudio por parte de investigadores y de expertos por cuanto nos aportan para el bienestar de las personas, pero además deben ser conocidas en la máxima profundidad por todos los ciudadanos para adquirir la consciencia de que su sostenimiento no puede responder a intuiciones, sino a las certezas que siempre está dispuesta a ofrecer la ciencia.