Opinión
Por
  • María Lourdes Marsó Bafalluy

La educación, el centro de todo

HU Alumnos del Pedro J. Rubio se van al comedor del IES Piramide
Alumnos en el autobús
D.A.

Para Miguel Ángel la escultura era el arte de sacar y no de añadir, consideraba que la escultura ya estaba dentro del bloque de mármol y que lo que tenía que hacer era sacarla de allí. Pongo este ejemplo porque me parece muy apropiado el símil para la educación. Pienso que la educación es un arte en primer lugar. Es el arte de extraer lo mejor de una persona y perfeccionarla para hacerla responsable de sus actos, una persona con carácter. No se trata de cambiar a alguien ni de ignorar los dones naturales que tiene, sino de ayudar a la persona para que se desarrolle y llegue lo más lejos posible. Para este trabajo hay que fomentar lo que es innato, cultivar virtudes con esfuerzo y conseguir que esos actos se conviertan en un hábito.

Para conseguir esta tarea, es imprescindible la colaboración entre padres y docentes. Los padres son fundamentales en este proceso, ya que no sólo dan la vida, sino que tienen que enseñarles a dar sentido a esa vida. No pueden delegar este trabajo en manos de los profesores. Su trabajo es clave en el arte de educar. Muchas veces contemplamos con tristeza la despreocupación de los padres por la educación de sus hijos, piensan que es tarea del colegio, que ellos ya tienen bastante con sus trabajos y acelerados ritmos de vida. Un niño que crece en un hogar con este planteamiento, es un niño en tierra de nadie. Por mucho que se esfuercen los profesores, ese niño va a tener lagunas insalvables. Estamos hablando de educar personas, y los valores básicos se aprenden en casa con el ejemplo y las vivencias con los padres.

Pero tampoco los profesores deben convertirse en meros transmisores de conocimientos. El trabajo de los docentes es de los más bonitos y su papel debería estar más reconocido en la sociedad ya que educan en valores complementarios a los que se enseñan, o deberían enseñarse en casa. No sólo deberíamos preguntar al profesor si aprueba o suspende, sino para trabajar conjuntamente hábitos que ayuden a los niños a desarrollarse armónicamente para alcanzar la madurez. Estamos acostumbrados desafortunadamente a oír a algún profesor: “que los eduquen en casa, yo sólo enseño mi asignatura”. Creo que esta visión denota falta de amplitud de visión. Ya que, a través de su asignatura, se puede convertir en el mejor estímulo para enseñarle y motivarle en la cultura del esfuerzo, tan denostada hoy en día en tantos ámbitos de la vida. En resumen, no podemos echar balones fuera. La educación es cosa de todos. Tiene que estar en la posición central de una sociedad. Es tarea en la que debemos involucrarnos todos: los gobernantes, los padres, los docentes, los medios de comunicación y las empresas.Todos a una para educar lo que será el futuro de nuestra sociedad. Formar hombres y mujeres en el sentido pleno e integrador. Primero como personas honestas, responsables, con valores. Ésta es la base. Después excelentes profesionales que mejorarán la economía, la sanidad, la educación, la ciencia, la tecnología, etc. La educación debe dar respuesta a las necesidades formativas del ámbito empresarial. Para ello es fundamental que el sistema educativo contemple una formación profesional adaptada al mundo de la empresa. Formar en destrezas, habilidades y competencias que hagan al alumno capaz de mejorar el mundo y, sobre todo, la capacidad de no perder nunca la conciencia de que la formación debe ser permanente a lo largo de toda la vida. l

Responsable de Kid’s Garden

Foro Empresarial Huesca Excelente