Opinión
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  • Diario del Altoaragón

Reivindicaciones legítimas

Concentración del Barrio del Perpetuo Socorro para reclamar el nuevo centro de salud
Concentración del Barrio del Perpetuo Socorro para reclamar el nuevo centro de salud
Rafael Gobantes

LOS VECINOS del Barrio del Perpetuo Socorro de Huesca salieron ayer a reclamar un nuevo centro de salud. No sólo es razonable, sino que, sobre todo, procede del barniz absolutamente imborrable de la legitimidad. La que tiene la sociedad civil para recordar a sus representantes que la democracia no se circunscribe a un salto de cuatro en cuatro años, de urnas a urnas, sino que en medio la participación es la garantía, precisamente, de que el Estado de Derecho es dinámico, que no admite abusos, que exige desde las administraciones escucha activa. Desafortunadamente, en nuestro país y en nuestra comunidad se ha extendido una forma de gestionar en la que la primera palabra ante cualquier reivindicación es “no”. El “no” preventivo, sordo a las explicaciones, rígido como un tablón. Entiéndase que, de la misma manera, hay que oír también la petición de Barbastro con un servicio análogo, y la de muchas ciudades y pueblos que tan sólo exigen la correspondencia a su responsabilidad cívica y fiscal con las mejores condiciones para su sanidad, su educación, sus prestaciones sociales o sus infraestructuras.

Igual que ha sucedido con Barbastro -aunque en este caso algo se mueve-, la Asociación de Vecinos del Perpetuo Socorro ha sido insistente. Aunque seguro que habrá matices, no parece que tenga demasiado sentido una instalación como la actual, vetusta y en los bajos de un edificio a pesar de las remodelaciones que ha disfrutado. En la causa de este espacio de la ciudad de Huesca, no sólo se está jugando -que ya es- la salud, sino también la integridad de la participación vecinal que, a día de hoy, languidece hasta prácticamente la intrascendencia salvo con matizables excepciones. Han de creer las autoridades regionales y locales que a ellas también les conviene que los ciudadanos se sientan tales. Un reconstituyente cívico.