Opinión
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  • Diario del Altoaragón

#Puedo Aprender. Puedo trabajar

autismo Catedral
Iglesia de San Pedro iluminada de azul por el Día Mundial del Autismo.
Pablo Segura

EL DÍA Mundial de la Concienciación sobre el Autismo nos ha puesto en la cara la realidad y la reivindicación de las personas con este trastorno de una educación y un empleo que, adaptado a sus condiciones específicas, les permita aprovechar sus capacidades para el éxito académico y, lo que es más importante, el personal. Como todos los ciudadanos, se puede aplicar la máxima de que “somos iguales porque somos diferentes”, y en esa riqueza de la diversidad podemos hacernos un favor coral aprendiendo a conocernos, comprendiéndonos y relacionándonos con empatía y con simpatía, con la seguridad de que, como asegura Howard Gardner, todos tenemos unas porciones de entre el abanico de las inteligencias múltiples y sólo llegaremos al éxito cuando les incorporemos la bonhomía, la generosidad que sólo tiene sentido si se entrega a los demás.

Un movimiento virtuoso se ha extendido en red y en redes, curiosa que no paradójicamente para ponernos del lado de quienes tienen un trastorno de dificultad relacional. Si ponemos de nuestra parte todo lo posible para tener un mínimo de nociones sobre lo que significa el Autismo y, además, las llevamos a la práctica a través de nuestra conciencia, entenderemos que las ignotas posibilidades sobre su desarrollo no empecen para renuncia alguna. Que hay que pensar en las personas con autismo de edad infantil o juvenil, pero que también hemos de respaldar el colectivo de quienes ya avanzan hacia la madurez con la incógnita paterna repleta de preguntas e inquietudes. Y, de paso, concebiremos la necesidad de que se les abran -y a otros grupos- todos los cauces de comunicación con pictogramas y otros signos en espacios públicos y privados. Sólo cuando hayamos hecho lo posible podremos presumir de responsabilidad social.