Opinión
Por
  • Javier García Antón

Sara edifica su camino

Sara Giménez, miembro del Comité Ejecutivo de Ciudadanos
Sara Giménez, miembro del Comité Ejecutivo de Ciudadanos
Jara Arnal

NO FORMÓ una de esas camadas de predestinados a la gloria, como si fueran la clase Alfa de Un Mundo Feliz. No medró en los círculos súper “fashion” de las juventudes, donde los bien intencionados se entremezclan, en difícil distinción, con los trepas, sin que aquellos ni los que se preparan tengan garantía frente a los escaladores, infortunadamente para la sociedad gobernantes del mañana. Se crió en una familia de las que creen en la doctrina de Mandela, que nadie nace odiando a otra persona por el color de su piel, o su origen, o su religión. Se hizo a sí misma desde una casa humilde, gitana, rompiendo tabúes propios y ajenos, hasta licenciarse en Derecho, hasta abrirse camino en la profesión, hasta impulsar la Fundación Secretariado Gitano, hasta llamar la atención de Rivera por un debate en el Congreso desde su posición social, hasta integrar el Comité Ejecutivo Nacional de Ciudadanos. Una diferente forma de irrumpir en la acción política.

Pero, en la charla que compartimos, lo que más me llamó la atención fue el pensamiento fresco de Sara Giménez, con aires de reminiscencia. Un déjà vu de mis inicios en el periodismo cuando los políticos utilizaban los vocablos transformar, reequilibrar o vertebrar. Hoy, para la inmensa mayoría son milongas líricas. Les parece mejor mercadear con el poder y la influencia... Y usarlos. Créanme, cuando afeo la falaz terminología actual, se ríen de mí. Un utópico. O cuando, como Sara, confluyo muchas de mis reflexiones en la educación y el empleo frente al asistencialismo ventajista. Para quien se mofe de nuestra ingenuidad, Sara, piensa que Platón versó en la educación el objetivo de la virtud y el deseo de convertirse en buen ciudadano. Y aquel algo sabía.