Opinión
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  • Diario del Altoaragón

El infinito de las artes y las letras

Ramón J. Sender
Ramón J. Sender
S.E.

EL PREMIO ARAGÓN para Irene Vallejo, autora del libro unánimemente loado desde todos los lares, constituye una metáfora del momento de la creación en nuestra comunidad autónoma y también en España. Es como si discurriera en sentidos opuestos a la deriva de la política, como si la virtud necesitara de los vicios y las miserias para remarcarse. Aquella, universal y sin límites, éstos torpes y miopes. No existen nacionalismos para la cultura. Ramón J. Sender, que está siendo admirablemente reivindicado por el Instituto de Estudios Altoaragoneses, será reconocido también a través de la programación del festival Sonidos de la Naturaleza impulsado por la Diputación Provincial de Huesca. Sender fue un escritor tan polígrafo que cualquier disciplina confluye en su figura con absoluta naturalidad. Mientras tanto, hoy anunciamos también la conmemoración del centenario del nacimiento de Luis García Berlanga, constatación eterna del ingenio español.

Cada vez que apoyamos con nuestra presencia y nuestra atención actividades de estas características, estamos enriqueciendo nuestro patrimonio cultural, un acervo en el que no hemos de interpretar gasto sino inversión, y en el que, de paso, estamos contribuyendo a la perpetuación de nuestra propia identidad como territorio. Una política cultural de nivel exigiría que los responsables fueran los más preparados, que se ahuyentaran las percepciones de que se trata de las “carteras marías” dentro de las instituciones, que nos resistiéramos a ese desdén que nos ciega para apreciar que incluso en lo económico la creación tiene un papel crucial para el desarrollo de nuestros entornos. El junco se convirtió en papel y desembocó en un infinito real y ficticio, exuberante en conocimientos y oportunidades.