Opinión
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  • Diario del Altoaragón

Cuando rectificar es una virtud

Comité de Seguimiento de los PDR
Comité de Seguimiento de los PDR
S.E.

SE SORPRENDIÓ el consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, Joaquín Olona, de la resistencia expresada por los agentes del sistema productivo ante su intención de reorganizar y simplificar la estructura de los grupos Leader en tres grandes entes con objeto de reforzar la sostenibilidad a medio y largo plazo de objetivos como la incorporación de jóvenes, la modernización de las explotaciones, el impulso de los regadíos, el respaldo a las industrias agrarias y las entidades de los Leader como soportes de la lucha contra la despoblación. Sin embargo, en una acción inusual en los modos de la gestión política actual, decidió atender la oposición de sus interlocutores y posponer la propuesta para configurar nuevas soluciones con el Comité de Seguimiento del Plan de Desarrollo Rural. Era obvio, a tenor de las reacciones manifestadas ante la intención del Departamento, que el desencuentro era frontal y, para reconducirlo, había que dar un paso atrás para impulsarse posteriormente con las aportaciones de todos. No empece para que la administración haya renunciado a sus principios, pero la flexibilidad en este caso ha de ser vista como una voluntad de cooperación en lugar de confrontación y, por tanto, el acuerdo final será con certeza mejor que el posicionamiento inicial de unos y otros.

En este tipo de negociaciones, el punto medio es el que marca la diferencia entre que haya vencidos y que sólo haya vencedores. En términos de equilibrio territorial y de generación de riqueza y empleo, los grupos Leader se han mostrado como unos buenos instrumentos para el desarrollo del ámbito rural. Y han de seguir siéndolo en este periodo transitorio de dos años, además de buscar las fórmulas para ser efectivamente sostenibles, porque el marco cambia.