Monegros, un ecosistema admirable
EN SENTIDO estricto, Los Monegros constituyen un territorio admirable, digno de encomio, de disfrute, de contemplación, de gozar de la experiencia de unos pasajes y unos paisajes distintos, únicos, dotados de una singularidad indudable en el conjunto de España y de Europa. El propio expresidente del Gobierno de Aragón y también exdirector del Instituto de Conservación de la Naturaleza (Icona), Santiago Marraco, manifestó la evolución que en el pensamiento sobre esta vasta comarca se ha producido, y es que regadíos y preservación del hábitat no sólo son compatibles, sino que son indispensables. Una idea de la que hay que convencer a los regantes, pero también al conjunto de la sociedad por las oportunidades que abriría la declaración del Parque Nacional de las estepas de Monegros por el alto valor ambiental, exclusivo y específico de esta zona.
Con el profesor Luis Ferruz y la organización SEO/Birdlife, el estudio que ayer se puso sobre la mesa para dar valor a esta tierra señala que las estepas ocupan 350.000 hectáreas de las que se proponen 28.000 para el Parque Nacional y 44.000 para los regadíos. Nada menos que se congregan nueve hábitats de interés comunitario, tres de carácter prioritario en Europa y especies de fauna y flora catalogados con una alta estimación. El documento universitario calcula una inversión de 2,2 millones de euros para la puesta en marcha de esta nueva figura y otros 3,3 factibles de financiación, por lo que se trata de un proyecto viable y perfectamente abarcable. Monegros representa un ecosistema con un enorme potencial como destino turístico por su diferenciación y por la capacidad de fabular leyendas de personajes inhóspitos y de templos mágicos sobre los que hilar un relato vivencial único. Hay que empujar.