Opinión
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  • Diario del Altoaragón

Sin mascarillas, pero no a lo loco

Consumo regulariza las mascarillas transparentes
Mascarillas transparentes
M.L.

ANSIOSOS como estamos de normalidad -pero de la vieja-, la relajación de las restricciones produce un alivio y, en nuestro sempiterno humor español, un aluvión de ingenio como ese que aduce que hoy se estrena una edición de “Tu cara me suena”, o el que aventura que se proyecta “Sin mascarillas y a lo loco” parcheando el título faldero de la genial película de Marilyn Monroe y Jack Lemmon. Tampoco estaría de más que alguien recordara que, en la filmoteca, existe una interesante cinta que es Prudencia, con Deborah Kerr y David Niven, porque más allá de una virtud cardinal también es una necesidad que no fue demasiado cumplimentada hace quince largos meses pero que ahora es el complemento ideal para esa sensación agradable de reconquista de una cierta libertad, de una reconquista de la integridad.

La consejera Sira Repollés, a la que nada se puede reprochar en cuanto a su actitud en la gobernación de estos meses, es muy certera cuando invita a los aragoneses a la responsabilidad porque queda “muy poquito” y el virus permanece entre nosotros, con contagios y todavía con amenazas. Mientras crece el ritmo de vacunación y en el caso de Aragón el porcentaje empieza a ser más que apreciable, muy esperanzador, conviene recordar que estamos en la recta final pero que los pasos atrás que el presidente del Gobierno central vaticinaba hace más de un año se han producido y es probable que todavía, aunque esperemos con menos intensidad, acaezcan. La observación y el rigor son tan imprescindibles como a lo largo de este tedioso proceso, porque los riesgos como la variante delta de india prosiguen ahí y hay que cerrar todas las puertas a los repuntes. Gocemos de vernos sin mascarilla, pero tengámosla siempre a mano y sigamos el manual de instrucciones, hoy ya claro.