Opinión
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  • Plataforma para la Defensa del Patrimonio de Huesca

Carta al señor alcalde, Luis Felipe

Fachada principal del Seminario de Huesca.
Fachada principal del Seminario de Huesca.
Pablo Segura

ILMO. Sr. Alcalde: Dada la imposibilidad de celebrar un encuentro con Vd. o programar una mesa técnica de trabajo para debatir acerca del futuro del conjunto del Seminario, rehabilitación y usos del inmueble, queremos trasladarle a través de esta carta nuestras impresiones como Plataforma para la Defensa del Patrimonio de Huesca, al tiempo que solicitamos al equipo de gobierno municipal una reflexión a propósito de un bien patrimonial que, consideramos, la ciudad debe mantener en su integridad.

Queremos señalar, en primer lugar, nuestro razonable alivio al conocer a través de los vídeos y las infografías de la campaña emprendida por el Ayuntamiento para justificar su proyecto, que el patio del siglo XIX así como el torreón de levante, quedan integrados en la reforma urbana programada, aspecto que celebramos. Sin embargo, debemos insistir, tal como señalan entidades de la talla de ICOMOS-España e Hispania Nostra, en la necesaria conservación del conjunto.

Desde que el 1 de febrero de 2018 el Colectivo Ciudadano de Huesca solicitó la declaración como BIC para el antiguo Seminario Conciliar hasta la fecha actual, se han realizado nuevas catas arqueológicas, elaborado informes técnicos y decretada la protección de distintas piezas de la secular construcción. El conocimiento del inmueble es notablemente superior en la actualidad que en la fecha citada y por lo mismo, también las exigencias de conservación adquieren perfiles más sólidos y contrastados.

Con todo, no se ha llegado a considerar en los proyectos urbanísticos para la manzana ni tampoco a los efectos de la valoración artística y patrimonial, el error de datación advertido en el Plan Especial de Mejora Urbana y Rehabilitación Integral del Centro Histórico de Huesca, PEPRI, aprobado el 28 de enero de 1999. Este error al que nos vamos a referir, de enorme relevancia para explicar y justificar el proyecto que promueve el Ayuntamiento, también ha sido puesto en conocimiento de la Dirección General de Patrimonio a los efectos que se consideren oportunos.

En la representación del plano IG3 contenido en el citado expediente, que señala los edificios protegidos, se observa cómo se referencian como más antiguos, anteriores a 1940, los edificios que vierten sus fachadas a la plaza Universidad y a la calle General Alsina. Por tanto, además de la iglesia de Santa Cruz, queda señalado como más antiguo el edificio en «L» que, en realidad, responde al proyecto de ampliación del Seminario de 1945-1952. Por el contrario, se consignan como más modernos, posteriores a 1940 y objeto de derribo, los edificios que componen los dos patios históricos: el patio del siglo XVI, heredero del patio de la mezquita andalusí y del palacio de las Casas de Montearagón, y el patio del siglo XIX. Afortunadamente, parece que el patio porticado del XIX, como se ha apuntado, queda a salvo de la demolición, pero no entra en los planes de conservación el espacio adscrito al XVI, elemento nuclear del complejo edificado a lo largo de los siglos. Este extremo, de indudable trascendencia, creemos que debería ser objeto de revisión y consideración técnica y política.

Ignoramos las razones que han llevado al redactor del proyecto urbanístico a prescindir de construcciones históricas, pero desde luego no se pueden justificar aduciendo la creación de una zona verde o un mirador cuando ni una ni otra han formado parte de la evolución del espacio construido. Es de señalar, además, que en el entorno de la atalaya que ocupa el Seminario existen abundantes y extensas zonas verdes y ajardinadas, así como también cabe recordar que el propio paseo de la muralla permanece inacabado.

Las entidades que conformamos la Plataforma para la Defensa del Patrimonio de Huesca somos firmes partidarias de la financiación con fondos europeos de las obras de restauración del antiguo Seminario, pero también entendemos como un deber de ciudadanía optar por un proyecto acorde con los criterios europeos de conservación integrada, a fin de contar con alguna posibilidad real de recibir tales recursos merced a una propuesta de conservación y no de derribo. Nos oponemos a suscribir una demanda económica sin futuro en Europa al avalar la pérdida o mutilación de un bien que solo tiene entidad, perspectiva y personalidad como nos ha sido legado, no desmembrado sin justificación. No tenemos ninguna duda de que si la ciudadanía pudiera participar plebiscitariamente en la toma de decisiones abogaría por una recuperación integral, como venimos defendiendo sus representantes vecinales y las entidades patrimonialistas.

España ha suscrito y ratificado las declaraciones, cartas y convenios europeos más relevantes y consensuados en materia de preservación de patrimonios monumentales, de manera que persistir en la ejecución de propuestas que no respeten la unidad del bien podría poner en riesgo la subvención final de los fondos Next Generation para esta parcela del casco antiguo, ámbito urbano declarado conjunto histórico artístico desde 1971.

Finalmente, Sr. Alcalde, sería lamentable que el mandato municipal que usted preside se incorporara a la crónica de aquellos en los que por falta de perspectiva histórica y modelo de ciudad, se propició la demolición de edificios señeros y de incontestable arraigo sentimental oscense como la Casa Carderera, el Teatro Principal, el Aero Club, etc. Estamos a tiempo de evitarlo manteniendo la integridad del preciado bien inmueble que nos ocupa, y en tal caso de recoger el reconocimiento social.

No podemos acabar este escrito sin rogarle que tome medidas para la clausura de todas las ventanas que permanecen abiertas en cualesquiera de los pabellones que componen el conjunto conciliar para evitar, en lo posible, nuevos deterioros por la acción del abandono y la falta de cuidados.

Agradeciendo su atención, quedamos a su disposición y le saludamos atentamente.