Opinión
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  • Diario del AltoAragón

Huesca también llena

Visitantes al Parque de Lacuniacha este fin de semana.
Visitantes al Parque de Lacuniacha este fin de semana.
Lacuniacha

El turismo nacional ha llegado en masa a la provincia de Huesca para llenar hoteles y hasta caminos, en los que se han tomado fotografías como si de auténticas “romerías” se tratara a parajes que parecían haberse convertido en lugares de peregrinación.

Los valles pirenaicos, la sierra de Guara y otros clásicos destinos turísticos han alcanzado este mes de agosto medias de ocupación muy altas y en muchas ocasiones han lucido el cartel de completo. Aunque no es el primer verano en el que esta descripción encajaría, sí es cierto que no solo se han superado las expectativas sino las cifras del verano de 2019, que ya fue bueno. En junio, parecía julio; en julio alcanzaron los datos de agosto; y en agosto los han superado.

Entre todos estos datos, llama la atención las cifras de ocupación de la capital oscense, con los hoteles al 90 %. Esta cifra no solo indica lo bien que han podido trabajar este verano, sino que Huesca está consiguiendo esa posición en la que se lleva años trabajando de ser destino turístico y parada obligada antes de continuar el camino hacia el Pirineo. La programación de visitas y actividades también ha contribuido.

De hecho, desde alguna cadena hotelera han apuntado que han funcionado mejor los establecimientos de ciudades pequeñas o intermedias que los de las grandes capitales como Madrid o Barcelona. Huesca es un sitio al que mirar, en el que poner esa chincheta. En un momento en el que muchos españoles tienen respeto a salir, descubrir nuestro propio país puede deparar muchas sorpresas.

Quizá se ha tomado la senda de la recuperación en el sector turístico y solo queda esperar que siga tan concurrida como se han visto este verano muchos de los caminos de la provincia. Eso sí, a partir de ahora, con parada obligada en la capital.