Opinión
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  • Diario del Altoaragón

El Rey en el Sancho Ramírez

Felipe VI en su llegada al Congreso.
El Rey Felipe VI.
Agencia EFE

YA SABÍAMOS de la importancia de la reapertura del cuartel Sancho Ramírez de Huesca con el traslado de la División Castillejos, uno de los dos de esta categoría del Ejército de Tierra, que acabará de completarse a finales de año. Con todo, la visita del rey Felipe VI el próximo martes día 14 supone el espaldarazo definitivo a este proyecto que convierte la capital oscense en una de las localizaciones más importantes de las Fuerzas Armadas. Desde Huesca, se dirigen a unos 20.000 militares, ya que desde el 1 de enero agrupa todas las unidades de combate del Ejército de Tierra.

El monarca asistirá al ejercicio “Toro 21”, que se desarrolla entre los días 8 y 19 de septiembre en las provincias de Huesca, Zaragoza, Almería, Madrid y Valencia, y en el que participarán unos 750 militares. Tras este ejercicio, alcanzará su capacidad operativa plena. El Sancho Ramírez se ha convertido en el único Cuartel General de División de España con capacidad de despliegue tanto en territorio nacional como internacional.

El cierre del cuartel provocó concentraciones en la calle para protestar por su clausura y exigir la continuidad y, solo un año después, en diciembre de 2017, el anuncio de su reapertura realizado en las mismas instalaciones por la entonces ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, supuso un cambio muy importante en la historia de estas instalaciones y, como consecuencia, de la ciudad.

La llegada de cientos de militares quizá no haya

tenido el impacto esperado, porque algunos residen fuera y otros en las dependencias del cuartel; pero en cualquier caso, el efecto se ha mitigado porque el traslado se ha producido de forma escalonada. Algún vecino se ha ganado y Huesca se ha convertido en una plaza importante. La visita del Rey lo certifica